domingo, 5 de mayo de 2019

Inclusión educativa: Síndrome de Down





Como bien se dice en el vídeo, las personas con Síndrome de Down no son "bichos raros", ni tampoco son enfermos; son personas y tienen sentimientos.
Ver este vídeo me ha conmovido enormemente. Todos ellos son un ejemplo de superación que sin duda tienen mucho que aportar a nuestra sociedad, pero lamentablemente muchas veces no se les da el margen necesario para que puedan hacerlo.

Desde la educación tenemos que hacer algo para que puedan incorporarse en la sociedad en la que vivimos desde que nacen, y sobre todo, tenemos conseguir que la propia sociedad no los rechace.



¿Qué podemos hacer los docentes para que estos niños puedan aprender en un aula ordinaria?


Desde mi humilde opinión, creo que lo más importante es tener actitud. Un profesor que quiera conseguir algo siempre hará lo posible por intentarlo, pues como cualquier profesional que quiera integrar a un alumno con síndrome de Down en su aula puede hacerlo, teniendo la oportunidad de recurrir a apoyos diversos tanto internos (propuestas personales) como externos: otros profesores, compañeros del niño, padres voluntarios, etc. (Rodríguez, 2007).

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Si bien no se tiene la formación necesaria para realizar actuaciones en el aula que contribuyan al aprendizaje de todos los alumnos -incluido aquellos con síndrome de Down-, será necesaria la instrucción procedente de cursos y proyectos que puedan proporcionarla. También puede buscar lecturas, vídeos, experiencias narradas u otros recursos que le sirvan para ampliar conocimientos en este ámbito.

Se trata de buscar experiencias que puedan ayudar a entender mejor cómo funcionan estos niños y a desarrollar propuestas que puedan ser llevadas a cabo en el día a día del aula.

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Como ya he mencionado anteriormente, puede ser muy útil el apoyo de personas distintas al profesor del aula para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos niños: estas personas pueden ser otro profesor del centro, padres voluntarios que deseen participar, o incluso un compañero de clase del niño. En esta situación, no solo estarían ayudando al niño con síndrome de Down, sino que además estarían viviendo experiencias que les acercarían más a la realidad de estos niños, y aprenderían multitud de aspectos como el respeto hacia otros a pesar de ser "diferentes", la importancia que tiene la inclusión educativa de la diversidad, el compañerismo...

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Me parece interesante mencionar que en DOWN España se pueden encontrar multitud de secciones y recursos que sin duda nos servirán de ayuda, tanto a los docentes como a cualquier persona que esté interesado en este ámbito.

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Como reflexión, pienso que las dificultades de los niños con síndrome de Down son dificultades nuestras mas que suyas: nuestra función es formar a personas las cuales son distintas en multitud de aspectos, y debemos encontrar la forma de llegar a todas ellas sin tener que dividirlas. Por eso, hay que repensar la práctica que hacemos en las aulas y buscar propuestas que fomenten la formación y el desarrollo de todas las personas a partir de las necesidades de cada una.








Bibliografía:


Rodríguez, E. R. (2007). Integración educativa en el aula ordinaria con apoyos de los alumnos con síndrome de Down: sugerencias prácticas. Revista Síndrome de Down: Revista española de investigación e información sobre el Síndrome de Down, (92), 2-13.


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