jueves, 2 de mayo de 2019

La importancia de la familia en la educación

La escuela tiene, sin duda, un gran papel en la formación de los niños, pero cierto es que no es la única en este proceso. Es muy importante que los padres estén presentes en el desarrollo y crecimiento de sus hijos.

¿Por qué es tan importante que los padres estén presentes en la educación de sus hijos?



Me han llamado la atención diversas aclaraciones que se pueden escuchar en el vídeo anterior: 

"la familia no tiene muy claro cual es su rol", "el niño que tenga padres que estén ausentes no estará motivado para el aprendizaje", "la familia, en definitiva, es la que educa", "no todo lo hace el colegio y no todo lo hacen los padres"... 

Creo que es fundamental que la familia esté presente en el día a día cotidiano de sus hijos, pues les pueden ofrecer diversas experiencias de aprendizaje, pertinentes en cada momento. 

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Pueden educar en valores, concretos en cada momento que lo requiera. Recuerdo una vez cuando era pequeño que vino un amigo de mi padre a mi casa. Hacía pocos días que había sido mi cumpleaños, entonces el amigo de mi padre me dio dinero como regalo, pero a mí, dentro de mi inocencia, me pareció poco. Cuando se fue, se lo comenté a mi padre, y este me dijo que nunca debía ser desagradecido con el dinero ni con los regalos, porque puede que esa persona habría tenido que hacer un esfuerzo para ahorrar ese dinero y dármelo a mí. El simple hecho de hacerme un regalo era más que suficiente. Y la verdad es que lo entendí, ya que a partir de entonces pensaba en lo que me había dicho mi padre siempre que me hacían un regalo.

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En el día a día, se viven experiencias que guardan conocimientos que los niños adquieren. Las familias deben encargarse de enseñar estos conocimientos contextualizados en la vida cotidiana, pues resultan significativos en el aprendizaje. En el vídeo se pone el ejemplo de un familiar que está enfermo y el niño no sabe lo qué enfermedad tiene. En ese contexto, es pertinente explicarle lo que le pasa, mostrándole que es algo de la realidad que le puede pasar a todo el mundo, invitándole a que le acompañe a la clínica. Otro caso más alegre es cuando a un conocido le ha tocado la lotería: se le puede explicar al niño cómo funciona esta actividad buscando información en Internet u otras fuentes diversas. 

Como vemos, hay multitud de situaciones que solo se viven en el día a día, y por tanto es interesante que las familias se ocupen de aprovechar estas vivencias para introducir conocimientos. 

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En definitiva, la educación de los niños nos compete a toda la sociedad, pero más concretamente a las familias y a la escuela. Ambas tienen que llevar a cabo planes de ejecución coordinados donde contribuyan a la educación y desarrollo integral de los niños. En cuanto a las familias, es fundamental que dediquen tiempo estando con sus hijos, ofreciéndoles apoyo, enseñándoles valores y aspectos básicos de la vida real, y sobre todo, disfrutando de experiencias y vivencias junto a ellos que promuevan su bienestar. 


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